lunes, 14 de mayo de 2012

Apunte "LOS TRES PLANOS DE LA COMUNICACIÓN VISUAL"

El diseñador X se sienta frente a la pantalla en blanco. ¿Está realmente vacía? Él sabe que sí y que no. Está llena de posibilidades: alrededor del espacio en blanco, una serie de íconos le ofrecen grillas, líneas, tipografías, imágenes y colores; una plétora de efectos visuales que él tendrá que elegir. El mouse vacila.

El diseñador W se sienta frente al papel en blanco. ¿Está realmente en blanco? Él sabe que sí y que no. Está lleno de posibilidades: en ese espacio en blanco se recortanformatos, juegos de líneas, disposiciones de elementos, vacíos y llenos, imágenes que su mente pone y quita a gran velocidad, incapaz de decidirse por ninguna. El lápiz vacila.

La comunicación visual implica tres factores indisociables: el ver, el representar (hacer visible), el interpretar (el saber). Cada representación pone en juego conceptos que podrían agruparse en lo llamado cultura visual, es decir el entramado de códigos que regulan los comportamientos físicos y mentales frente a lo visible.

En la cultura visual se distinguen tres planos el perceptivo, el representativo y el cognitivo.

En cuanto a lo perceptivo se podría afirmar que no hay experiencia sensible "natural" y que determinada forma de representar supone determinada forma de percibir.

El objeto de la percepción nunca es un objeto en abstracto sino un objeto culturalmente coordenado, es decir, ya significado por la cultura, por lo tanto, se lo percibe dentro de un campo de significaciones en el cual se destaca como figura. Lo que percibimos no son objetos sino relaciones sino relaciones simbólicas, "no se perciben círculos de metal sino monedas."

El sujeto de la percepción nunca es como una página en blanco donde simplemente se imprimen los estímulos provenientes del exterior. En el acto de mirar, el sujeto siempre es activo y pone en juego sus múltiples aprioris de diversa índole. El acto de mirar es una actividad compleja. La percepción implica tanto la anticipación como el recuerdo. Toda experiencia perceptiva será captada según la diferente estructura de la rejilla perceptiva que cada cultura elabora.

La representación presupone el reconocimiento de una tradición visual de la cual forma parte. La tradición garantiza el reconocimiento de lo representado en la lectura visual y es el punto de partida de la producción de una imagen. Es necesario descomponer lo percibido en elementos diferenciados y constantes, es decir conceptualizar la experiencia sensorial. No hay una relación directa entre los objetos y su representación. Una representación es un análogo de la realidad porque existe una operación cultural de atribución de significado que se realiza sobre un criterio establecido arbitrariamente, éste es el criterio de semejanza. La semejanza no es un hecho natural sino una relación construida, es decir algo es semejante a otra cosa según un criterio determinado.

"No hay un ojo inocente", el ojo siempre llega a su tarea cargado un saber complejo, designable en parte como acervo ideacional y en parte como configuración cultural de la sensibilidad. En la mirada se incluyen pre - juicios de orden personal, histórico y cultural, se trata de un saber construido a lo largo de la historia personal, un depósito cognitivo aluvional que se ha acumulado de forma no sistemática en la conciencia y la sensibilidad, al que contribuyen los procesos históricos, los cambio sociales, las revoluciones teóricas y técnicas, etc.

Todo texto visual convoca al espectador a una participación activa en la interpretación de lo que ve. Los textos visuales, entonces, son interpretados a partir de aquello en lo que se parecen a lo que el cada lector conoce o cree.

El lector es siempre una instancia inestable, atravesado por distintos códigos en los distintos planos de la codificación, la movilidad propia de los códigos sumada al efecto de la la rememoración (lo ya visto) no permiten establecer cuándo algo será visto realmente como nuevo y significativo, y cuando será interpretado como una mera reproducción de "lo mismo".

Extraído de M.LEDESMA y M. LÓPEZ,

Comunicación para diseñadores,

Ediciones FADU, 2004

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